Cuando se supo que algunos clientes habían hecho la prueba en Rapa Nui y equipos Starlink funcionaban, un número importante de personas que habitan en la isla quisieron adquirir terminales, con la ilusión de acceder por fin a una banda ancha propia del siglo 21. La constelación no estaba preparada, y en consecuencia el resultado hoy es un servicio de calidad muy por debajo de lo que Starlink suele prometer.
Rapa Nui, también conocida como Isla de Pascua o Easter Island, es uno de los lugares más aislados del planeta, su ubicación en medio del océano Pacífico la coloca muy lejos de las estaciones en tierra que SpaceX ha instalado en el territorio continental de Chile, o en cualquier otro territorio. La isla no cuenta con conexiones de fibra óptica para Internet con otros territorios y por lo tanto su conectividad es conocida por ser muy limitada, más todavía que en algunos puntos del Ártico o la Antártida.
Al parecer, como el compromiso de SpaceX con Chile para ser early adopter del servicio implicaba fechas límite para la disponibilidad en todo el territorio chileno, se dio lugar a una afortunada casualidad para los isleños: el servicio fue activado sin grandes anuncios, creando las condiciones ideales para una "prueba de fuego" de Starlink.
Las razones técnicas:
Si bien Starlink comenzó en modalidad exclusiva bent-pipe, lo cual implica la necesidad de estaciones terrestres cercanas a cada lugar donde se desee utilizar el servicio, la compañía ha ido agregando enlaces ópticos entre satélites, lo que irá permitiendo dar conectividad en zonas más aisladas, altamar y eventualmente los polos.
Es justamente esta capacidad la que permite el servicio en Rapa Niu. Por lo visto, esta capacidad es limitada en ancho de banda y tiene mayor latencia que el servicio "normal" de Starlink como el disponible en Chile continental y otro par de países de América Latina.
Con 6.5 Mbps, el servicio está rindiendo menos del 5% que el ancho de banda máximo de los terminales para hogar comercializados por la compañía en el continente. En comparación, puede parecer poco, y lo será para alguien acostumbrado a conexiones de FTTH o 4G, pero para los isleños que han tenido hasta ahora que conformarse con conexiones de menos de 500 Kbps, es un avance.
Julio Tuki, que según su perfil de Facebook vive en Hanga Roa, comentó: "es un problema de todos los que tenemos Starlink acá en la Isla, no es un problema de router ni de configuración, la capacidad se saturó porque muchas personas (arrancando del pesimo servicio de Entel) compraron antenas al mismo tiempo entonces la señal en este momento está degradada".
No se trata de un problema nuevo para SpaceX. Starlink se ha hecho muy popular en Estados Unidos entre quienes viven en zonas rurales, y en especial entre usuarios de casas rodantes, quienes han visto también una reducción importante en su experiencia de usuario, aunque no tanto como la observada en Rapa Nui.
La pregunta ahora es si la compañía, que todavía no logra un primer vuelo orbital de prueba con Starship, logrará subir satéltes con la cadencia suficiente para atender la demanda y mejorar la oferta.
Mientras tanto, se viene la competencia. OneWeb ya tiene una proporción significativo de su constelación en órbita y durante el 2023 debería poder prestar servicios en el hemisferio Sur, mientras que Amazon Kuiper planifica comenzar el próximo año sus primeros lanzamientos.
El testimonio de rendimiento que hemos citado fue publicado en Facebook el 6 de diciembre.
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