Después de años de anuncios y planes, finalmente el proyecto satelital de Amazon está comenzando a ver la luz. Con ya más un centenar de satélites en órbita, Kuiper ha dejado de ser ficción y se aproxima un nuevo momento disruptivo en el ámbito de la Internet satelital, similar al que fue la entrada en operación de SpaceX Starlink.
La fecha además es relevante por los plazos. Amazon se enfrenta a una fecha límite de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) que exige que la mitad de la constelación total (1618 satélites) esté desplegada para julio de 2026.
Con 102 satélites actualmente en órbita gracias a 5 misiones completadas y un agresivo cronograma de lanzamiento comprometido con ULA, ArianeGroup, Blue Origin y SpaceX (irónicamente), se espera que las pruebas beta de los servicios de conectividad Kuiper comiencen a fines de 2025, con algún nivel de servicio comercial previsto para 2026, cuando al menos 576 satélites estén en sus órbitas de operación.
Detalles técnicos relevantes:
Altitud operativa: 590, 610 Y 630km (tres capas),
total de satélites: 3236, en 98 planos,
espectro para enlace de clientes: banda Ka,
estaciones en tierra: inicialmente al menos 12, control del sistema: Redmond, Estados Unidos.
Capacidad de enlace múltiple:
Amazon afirma que sus satélites estarán equipados con terminales ópticos que pueden conectar varios satélites simultáneamente, lo que permite una red en malla más sofisticada que las simples conexiones punto a punto, permitiendo que el sistema comience a operar con pocas estaciones terrestres en comparación con Starlink.
Terminales compactos:
Los prototipos que ha mostrado Amazon hasta ahora destacan por tener una mejor relación tamaño / ancho de banda que Starlink, quizás gracias al uso de banda Ka, pero posiblemente también como una ventaja obtenida de haber demorado el despliegue y aprovechado el tiempo para afinar el desarrollo de su tecnología RF, tanto en los terminales como en los satélites.
Análisis preliminar de impacto:
Romper el monopolio de facto que ha desarrollado Starlink en el mercado mundial de la Internet satelital de banda ancha podría tener dos efectos importantes inmediatos: por un lado la competencia creará presión para reducir el precio del acceso. Por otra parte, los revendedores locales de terminales y servicios podrán beneficiarse de mejores condiciones que las que actualmemte ofrece SpaceX para asociarse.
Adicionalmente, si bien algunos servicios tradiciones en base a sistemas geosíncronos o de órbita baja en bandas L y S han seguido siendo muy relevantes para comunicaciones críticas o como respaldo, la posibilidad que tendrán clientes que requieren alta resiliencia de combinar Kuiper con Starlink para respaldo mútuo implicará todavía más dificultad para competir. Esto puede provocar una aceleración en la tendencia a la consolidación de actores que señalamos previamente.
Como resultado: Amazon y SpaceX se repartirán gran parte del mercado, que se estima (según Straits Research) podría crecer muy por sobre los US$300 mil millones para 2035.