Estos nuevos satélites, que tendrán la funcionalidad principal de facilitar posicionamiento ultrapreciso y podrían además albergar capacidades de comunicación, han sido encargados por Geely, un emprendimiento chino de fabricaciòn de automóviles.
Con esto, Tesla de Elon Musk ya no es el único fabricante del sector automotriz en contar con su propia constelación satelital (Tesla es dueña de SpaceX y el proyecto Starlink).
Además de brindar soporte de posicionamiento de alta precisión a los automóviles autónomos, Geely anunció que su red también cumplirá otras funciones comerciales, como brindar servicios de comunicación en los Juegos Asiáticos en septiembre.
Los satélites tienen una vida útil operativa de cinco años y se desintegrarán en la atmósfera terrestre sin dejar desechos espaciales, agregó la compañía.
Las redes satelitales de China están dominadas por el ejército, pero el gobierno comenzó a permitir la inversión privada en la industria espacial del país en 2014. Desde entonces, las empresas comerciales, algunas respaldadas por los gobiernos locales, se han precipitado en el sector, y la mayoría se centra en fabricar satélites y el resto intenta construir pequeños vehículos de lanzamiento, incluidos cohetes reutilizables.
Fuente principal: Reuters.
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