El proveedor global de servicios satelitales móviles basado en el Reino Unido ha anunciado Orchestra, un proyecto que integra sus ofrecimientos actuales GEO en banda Ka y banda L con una constelación de más de 150 satélites de órbita baja y aprovechará inteligencia de terminales para compartir ancho de banda entre ellos.
Si bien todavía no se conocen muchos detalles, esta pareciera una apuesta de Inmarsat para competir con los ofrecimientos que vienen de "Big GEO" y que están generando tanta atención en la industria. Proyectos de órbita baja como Starlink y OneWeb, que aún no tienen cobertura global, y proyectos futuros como Amazon Kuiper y Telesat Lightspeed, tienen la desventaja de partir desde cero, mientras que Inmarsat ya cuenta con su doble constelación y abundante espectro licenciado y armonizado de banda L y banda Ka a nivel global.
De acuerdo a lo comunicado por Inmarsat, Orchestra reúne los beneficios de múltiples tecnologías para crear una solución cohesiva, combinando las distintas capacidades de GEO, LEO y 5G terrestre, creando una plataforma para una serie de nuevos servicios y nuevos casos de uso, que van desde la movilidad aérea urbana y barcos de pasajeros hasta un ecosistema de aplicaciones basado en la nube y redes privadas tácticas seguras.
El resultado sería una "red mesh dinámica" que ofrecerá conectividad global de alto rendimiento, con "la latencia promedio más baja de cualquier red global planificada o existente y las velocidades promedio más rápidas disponibles", con la redundancia que posibilita el uso de varias tecnologías de comunicación simultáneas.
Los satélites GEO existentes de Inmarsat, tanto en banda L como en GX, seguirán proporcionando cobertura global, alto rendimiento, seguridad y resistencia. El 5G terrestre agregará capacidad adicional en "puntos calientes" concurridos, como puertos, aeropuertos y canales marítimos, mientras que una "pequeña" constelación de satélites LEO sumará capacidad adicional en otras áreas de alta demanda, como los corredores de vuelo oceánicos. Como resultado, la red ofrecerá "la mayor capacidad para los usuarios de movilidad en todo el mundo" incluyendo "puntos calientes".
La clave de este proyecto: terminales generosos
La red se beneficiará de la tecnología de "malla dinámica", que permite que los terminales de los clientes individuales dirijan el tráfico hacia y desde otros terminales de los clientes. Esto significa por ejemmplo, que un barco al alcance de una estación base terrestre 5G podrá recibir una amplia capacidad para sus propias necesidades, y enrutar capacidad hacia otros barcos más allá del alcance terrestre de la estación base 5G, vale decir es una red de terminales que amplían el alcance de la red misma y mejoran su rendimiento y resistencia.
“Orchestra garantiza que Inmarsat esté bien posicionada para ofrecer un crecimiento rentable a largo plazo mediante la entrega de nuevos servicios a los clientes existentes, apuntando a segmentos de mercado cercanos y manteniendo una sólida posición competitiva”, expresó Rajeev Suri, CEO de Inmarsat. “Tenemos un historial de adopción de la tecnología adecuada en el momento adecuado. Planeamos enfocarnos inicialmente en entregar la red terrestre Orchestra, mientras nos preparamos para una futura constelación LEO en el rango de 150-175 satélites".
No es la primera vez que un proveedor satelital tradicional se abre a constelaciones de órbita diferente como complemento. A SES le resultó bien la integración de O3b, pero hay un factor importante de innovación en este anuncio más allá de la importante incorporación del componente de órbita baja, pues se trataría de la primera vez que un proveedor comercial de conectividad de banda ancha de cualquier tipo, fuera del ámbito táctico militar y de segurida pública, promete la modalidad de malla o mesh incorporada en términales. Esto es posible porque Inmarsat estaría aprovechabdo su ventaja principal en la industria: el disponer de espectro en múltiples bandas armonizado y licenciadas a nivel global.
De hecho, hay una cierta brillantez en esta jugada que retruca lo que hasta ahora podía ser un problema para Inmarsat: la cercanía y cierta sobreposición de las asignaciones de espectro para 5G "mmWave" con la banda Ka satelital en uso por sus satélites GX. Orchestra convierte este riesgo en una ventaja, pues la globalidad del espectro y la posibilidad de que un mismo terminal hable a la vez con estaciones terrestres y satelitales genera este potencial de integración y enmallado de arquitecturas disímiles, mediante inteligencia en los terminales.
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