La industria satelital ha entrado en un período de consolidación
sustancial y realineamiento estratégico, que transformará
fundamentalmente el panorama competitivo durante los próximos cinco
años.
La historia sugiere que los sectores tecnológicos emergentes suelen seguir un patrón de proliferación inicial seguida de consolidación y la industria de las comunicaciones por satélite, aunque en forma más lenta, parece haber entrado en esta fase de consolidación.
Lo de SES con O3b y luego Intelsat, lo de Eutelsat con Oneweb, y luego los acuerdos entre ambos gigantes, en paralelo a lo de Viasat con Inmarsat y sus alianzas recientes con Telesat y Space42 son movimientos que representan apenas el comienzo de lo que probablemente se convertirá en una tendencia en aceleración hasta 2030, impulsada por las necesidades económicas, la complementariedad tecnológica y la dinámica cambiante del mercado.
Queda ver qué pasará con Iridium, aunque posiblemente es una empresa protegida por el Gobierno Federal de Estados por razones estratégicas, y observar cómo avanza lo de Apple con Globalstar, que ya algunos llaman "Applestar" una vez que se concrete la actualización de su constelación.
Por otra parte, queda un número significativo de emprendimientos, como Skylo, Lynk, AST Spacemobile, Sateliot, Mynaric y otros que han sido punteros en innovación afectando a toda la industria. Éstas y otras empresas probablemente serán absorbidos por incumbentes, ya sea del ámbito satelital histórico o por gigantes de comunicación terrestre que se muevan hacia la integración con servicios satelitales. Veremos mucho movimiento centrado en algunas presiones especfícas que podemos mencionar:
Intensidad de Capital
Las constelaciones requieren una enorme inversión inicial de capital antes de generar ingresos. Las constelaciones LEO de banda ancha exigen miles de millones de dólares en inversiones para fabricación, lanzamiento y desarrollo del segmento terrestre. Incluso empresas con una sólida financiación, como el proyecto Kuiper de Amazon reconocen los desafíos financieros de operar en solitario. Las empresas con activos complementarios consideran cada vez más las alianzas y fusiones como formas de compartir estas cargas de capital.
Eficiencias Operativas
Los costos operativos de las redes satelitales —incluyendo la gestión de la red, la atención al cliente, los sistemas de facturación y el marketing— generan costos fijos significativos que se benefician de las economías de escala. Para 2027, se prevén varias fusiones motivadas principalmente por sinergias de costos operativos, especialmente entre operadores de nivel medio que carecen de la escala necesaria para competir de forma independiente con los más grandes.
Presión sobre ingresos
La entrada de múltiples constelaciones LEO al mercado va generando una presión a la baja sobre los precios del ancho de banda, especialmente para servicios estandarizados. Esta mercantilización amenaza márgenes, obligando a operadores a buscar alianzas que permitan ofertas de servicios diferenciadas, mayor cobertura de mercado y menores costos.
Diversidad orbital
Los diferentes regímenes orbitales ofrecen ventajas y limitaciones específicas. Los satélites GEO proporcionan amplia cobertura con menos satélites pero mayor latencia, mientras que constelaciones LEO ofrecen menor latencia pero requieren cientos o miles de satélites para cobertura continua. La alianza Viasat-Telesat ejemplifica cómo las empresas con activos (o proyectos de) en diferentes regímenes orbitales pueden combinar capacidades para ofrecer servicios integrados de alta calidad. Para 2028, podemos esperar que cada operador GEO importante haya establecido acuerdos de asociación con al menos una constelación LEO, creando ofertas de servicios multiórbita que enruten dinámicamente el tráfico en función de los requisitos de la aplicación, la ubicación geográfica y las condiciones de la red.
Especialización en mercados verticales
Diversos operadores de satélites han desarrollado experiencia especializada en verticales específicos (marítimo, aviación, gobierno, empresarial, banda ancha para consumidores), con los correspondientes canales de distribución y relaciones con clientes. Las alianzas que combinan estas capacidades especializadas pueden generar nuevas oportunidades de mercado y fuentes de ingresos.
Complementariedades geográficas
Los requisitos regulatorios y las condiciones del mercado varían significativamente según la región geográfica. Los operadores con una sólida posición en diferentes geografías pueden combinar sus fortalezas mediante alianzas o fusiones para crear una oferta de servicios verdaderamente global, a la vez que se desenvuelven con mayor eficacia en el complejo entorno regulatorio.
Conviene detenerse en este punto para mencionar a China. El gigante asiático ha desarrollado un poderoso ecosistema propio de construcción y lanzamiento de satélites y cuenta ya con operaciones accesibles para terminales de fabricación masiva. Este ecosistema de momento está poco integrado con el resto del planeta, pero esto puede cambiar en cualquier momento, y de hecho ya se vislumbra la posibilidad de grandes LEO chinas compitiendo con las de Occidente en países BRICS y más allá.
Los operadores satelitales asiáticos tradicionales, como Sky Perfect JSAT, APT Satellite y Thaicom, se enfrentan a una creciente competencia de las constelaciones globales. Es probable que para 2028 se formen alianzas regionales para compartir recursos y crear ofertas combinadas más sólidas, ya sea entre ellos y/o con proveedores de occidente, si cambia el panorama regulatorio.
Integración terrestre
La frontera entre comunicaciones desde el espacio y terrestres continúa difuminándose, con redes híbridas cada vez más comunes. Las alianzas estratégicas entre operadores satelitales y empresas de telecomunicaciones en tierra se acelerarán hasta 2030, creando ofertas integradas más fluidas para los usuarios finales.
Compañías como AT&T, Verizon, Deutsche Telekom y Vodafone podrían adquirir operadores satelitales o establecer importantes alianzas estratégicas con ellos para 2028. Estos acuerdos les permitirán ofrecer cobertura global y transiciones de cobertura transparentes entre redes terrestres y satelitales.
El precedente de la alianza de T-Mobile con Starlink para mensajería sugiere que se establecerán acuerdos más integrales a medida que la tecnología madure. AT&T y Verizon podrían buscar sus propias alianzas o adquisiciones satelitales, posiblemente apuntando a operadores LEO más pequeños o proveedores especializados de MSS.
Empresas especialistas en conectividad satelital más pequeñas, podrían pasar a ser revendedoras de múltiples proveedores o pasar a ser absorbidas por las actuales compañías de acceso masivo a mercados.
Integración marítima
El sector marítimo, con su sólida disposición a pagar precios premium por una conectividad fiable, experimentará una continua consolidación de proveedores de servicios especializados. Es probable que empresas con una sólida posición en este mercado, como Marlink, Speedcast y KVH, participen en fusiones o sean objetivos de adquisición para operadores más grandes que buscan fortalecer su oferta marítima.
Integración en aviación
Similarmente, proveedores de conectividad en vuelo, como Gogo, Panasonic Avionics y Anuvu, se enfrentan a retos económicos que hacen probable la consolidación. Para 2027, se prevé una importante actividad de fusiones en este segmento, que podría incluir adquisiciones por parte de operadores de satélites que buscan la integración vertical.
Cronograma previsto
2025-2026: Asociaciones estratégicas
- múltiples anuncios de asociaciones entre operadores GEO y LEO,
- inversiones iniciales de empresas tecnológicas en operadores satelitales,
- consolidación preliminar entre operadores regionales.
2027-2028: Gran ola de fusiones
- varias fusiones entre operadores satelitales consolidados,
- adquisiciones de integración vertical dirigidas a fabricantes de terminales y proveedores de segmento terrestre,
- adquisiciones de capacidad satelital por parte de operadores de telecomunicaciones terrestres.
2029-2030: Reestructuración del sector
- aparición de actores integrados dominantes con capacidades multiórbita,
- segmentación del mercado entre operadores integrados globales y proveedores especializados de nicho,
- nuevos modelos de asociación entre los operadores independientes restantes.