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  • Uno viejo y uno nuevo: dos satélites geoestacionarios presentan fallas con solo días de diferencia

    Esta semana nos presenta la inusual situación de que se reportan fallas en dos satélites geoestacionarios: Intelsat IS 33e y Telkom-1 de PT Telkom, ocasión interesante para hablar sobre los factores que determinan la vida util de los satélites de telecomunicaciones.

    En general, los fabricantes y operadores de satélites son cautos y un poco pesimistas en sus anuncios públicos sobre el tiempo de operación de sus recursos. Aunque el potencial de uso a veces podría ser mucho mayor, los satélites tienen misiones cuya duración está determinada por la cantidad de combustible que llevan a bordo. Los satélites de telecomunicaciones no usan este combustible para su misión operativa, pues los sistemas de radio suelen alimentarse con paneles solares y baterías. El combustible se utiliza para mantener la órbita deseada, mediante correcciones periódicas que van gastando el combustible de a bordo, un recurso limitado por ahora, aunque hay proyectos de recargar satélites más adelante.

    La fortuna accidental de Iridium:

    Una anécdota poco conocida es que los satélites de primera generación de Iridium se colocaron en órbita con mucho más combustible del necesario, debido a que a última hora un cliente se bajó del proyecto, y había que mantener la masa de los satélites de acuerdo a su diseño original. Gracias a esta situación imprevista y la improvisada solución,  Iridium logró mantener su constelación funcionando mucho más tiempo que el esperado, sin necesidad de renovar toda su flota hasta estos días, en que está renovando sus satélites.

    Intelsat 33e:

    Pero volvamos a lo que nos convoca. Si un satélite por alguna razón no tiene el combustible que necesita para su misión, verá acortada su vida util. Esto es lo que parece estar pasando con el Intelsat 33e, de la nueva serie Epic, lanzando hace un año. Primero hubo una falla durante su puesta en órbita, que causó un uso inesperado de combustible. En ese entonces, Intelsat dijo que el satélite no vería acortada significativamente su vida util. Pero ahora la compañía parece haber sufrido una falla adicional o haber hecho mal los cálculos, porque está pidiendo cobrar el seguro debido a que la falta de combustible podría acortar drásticamente la duración de su misión y/o obligar a dejar de corregir su posición.

    No todo es tan desastroso: gran parte del uso al que está destinado el IS 33e es móvil aéreo y móvil marítimo, y para esos usuarios, con antenas motorizadas que deben ajustarse a la posición del satélite en cielo igual, un satélite geoestacionario sin corrección de órbita continúa siendo utilizable, al menos durante un tiempo. De hecho algunos proveedores, como Inmarsat cuyos equipos terminales BGAN tienen hasta 15 grados de tolerancia de apunte y además son predominantemente móviles, usan el truco de dejar que el satélite se mueva un poco para ahorrar combustible. Esto ha permitido a Inmarsat extender enormemente la vida útil de algunos satélites. Uno en particular diseñado para durar 10 años estuvo prestando servicios durante 23.

    Telkom-1:

    Y aquí llegamos a la otra causa de que falle un satélite: falla mecánica. Y por falla mecánica no nos referimos al desgaste de una correa o la falta de aceite, más bien a la ocurrencia mecánica de que un objeto pueda cruzar la órbita del satélite y hacer contacto, o que se produzca algún evento explosivo abordo del satélite que comprometa su integridad estructural y funcionamiento. Las dos cosas pueden ocurrir juntas y algo así parece haber pasado con un satélite operado por Indonesia.

    La compañía que presta servicios de monitoreo de satélites ExoAnalytic Solutions ha mostrado imágenes de lo que parecen ser partes del satélite Telkom-1 desprendiéndose, lo cual podría ser producto de una explosión a bordo o la colisión con un objeto en órbita. Curiosamente, algo similar sucedió hace dos meses con un satélite de SES, situación que también fue reportada por ExoAnalytic Solutions.

    La empresa operadora no ha reconocido a existencia de un evento mecánico, anunciado que el problema se debió a una falla de antena en el satélite. Cabe señalar que en este caso se da el fenómeno contrario a lo ocurrido con el Intelsat 33e que lleva a penas un año de ser lanzado; el Telkom-1 llevaba 18 años operando, y fue diseñado para durar 15.

    Ambas situaciones resaltan lo importante que son los respaldos, y por suerte tanto Intelsat como Telkom tienen la posibilidad de mover sus clientes a servicios en otros satélites, tal como tuvo que hacer SES. En el caso de PT Telekom esto implica el re-apunte de unas 15 mil antenas en tierra, que deberán usarse con los satélites Telkom-2 o Telkom-3S.

    El video generado por ExoAnalytic Solutions:



    Mas detalles en: Space Intel Report, ArsTechnica, Advanced Television y SpaceNews.