Una misión: ayudar y proteger a los ciudadanos

En esta columna, aparecida en el blog de Inmarsat, el encargado global para gobiernos de la compañía Andy Start entrega un inusual testimonio, desde su rol como personero clave en la industria de los servicios satelitales móviles.

Octubre, noviembre y diciembre son siempre un tiempo muy ocupado del año para cualquier equipo que sirve el mercado de comunicaciones por satélite para gobiernos. Es la época del año en que los especialistas dentro de muchos de los gobiernos que servimos comienzan a solicitar fondos para sus presupuestos del año siguiente. Por supuesto, Esto no es universal, depende del calendario anual y fiscal de cada país y región, pero se aplica a muchos. En consecuencia, esta es la época en que incrementamos el contacto directo con usuarios finales acerca de los desafíos que enfrentan y cómo nuestros ofrecimientos pueden satisfacer sus necesidades.

Esto lo hacemos a través de reuniones directas, capacitación y eventos de educación con nuestros socios, además de una gran cantidad de conferencias. Mi equipo en Inmarsat sirve a los gobiernos de alrededor de 100 diferentes naciones, por lo tanto estos eventos cubren el globo. Acabamos de regresar de Interseg en Brasil y durante los próximos meses tenemos MILCOM en Estados Unidos, Gitex en Medio Oriente, Global Milsatcom en el Reino Unido, MILCIS en Australia y nuestra conferencia con socios globales en Malta. Además de todo esto, continuamos prestando servicios día tras día y trabajamos en un montón de proyectos.

Todo esto hace que sea emocionante, ¡pero agitado por decir lo menos!

Es realmente muy afortunado que una de las cosas que me agradan más sea viajar y conocer gente de diferentes culturas. Nuestros clientes en general tienen una misión común: ayudar y proteger a sus ciudadanos. Para dar una idea: durante el último año hemos apoyado operaciones de socorro en Asia, elecciones en América Latina, lucha contra la piratería en el Golfo y contra los estupefacientes en todo el mundo, vigilancia aérea en Australia, salud en África y hasta monitoreado cambio climático en Nueva Zelanda. Lo de viajar pierde glamour rápidamente, pero hablar con clientes y socios acerca de sus desafíos y cómo podemos ayudar nos entrega un sentido del propósito y comprensión del valor de aquello que podemos aportar.

A pesar de las enormes diferencias culturales y económicas que enfrentan los diferentes clientes con los que hablo, tres temas son consistentes:

• Su pasión y compromiso por lo que hacen por sus naciones,
• El incremento de presión operacional mientras acontencimientos del mundo ocurren a su alrededor,
• Aumento de presión por hacer más con menos.

En este contexto, nuestras discusiones tienden a centrarse en cómo podemos utilizar nuestra tecnología para ayudar a mejorar la eficiencia de lo que hacen, y así ayudarles a satisfacer esa necesidad de hacer más con menos. Tenemos algunas grandes historias de lo que ya hemos hecho, y con una abundancia de nuevos ofrecimientos en curso tenemos algunas buenas ideas acerca de cómo podemos hacer aún más. Así, los próximos meses prometen ser agitados y probablemente un poco agotadores, pero tenemos mucho para entusiasmar y con lo cual estar entusiasmados; ayudar a hacer esa diferencia es un elemento clave de lo que nos mantiene trabajando.