La compañía Arianespace envió el 16 de octubre al espacio dos satélites de comunicaciones comerciales a bordo de uno de sus cohetes Ariane-5ECA. El despegue, desde la base de Kourou, en la Guayana Francesa, se produjo a las 21:44 UTC, con unos minutos de retraso respecto al horario inicialmente previsto, debido a la mala meteorología.
La misión VA220 llevó a bordo a los satélites Intelsat IS-30 y ARSAT-1, los cuales fueron liberados en las correspondientes órbitas preliminares de transferencia geoestacionaria. Ambos usan sus motores para alcanzar su posición geoestacionaria definitiva.
Minutos después del lanzamiento, el cohete Arianne 5 dejó al satélite a 2200 km de altura y desde ese momento pasa a ser tarea del personal de ARSAT e INVAP conducir el ARSAT-1 hasta la posición 71,8 grados de longitud oeste, donde quedará en órbita para ofrecer servicios de telecomunicaciones.
El satélte operará a 36 mil km de altura llevando comunicaciones telefónicas, Internet y televisión. Le seguirán otros dos satélites argentinos, el segundo está planificado para ser lanzando en 2015.
Si bien hay otros países de América Latina con satélites geoestacionarios propios, Arsat-1 está prodominantemente construído en Argentina, fue diseñando y ensamblado por la empresa Invap, de Bariloche. Los paneles solares, la estructura, la computadora de vuelo y el software de control fueron realizados en el país también. El sistema de antenas es de origen francés y la propulsión es alemana.
El proyecto comenzó el 2007 tras cancelarse el proyecto Nahuel-Sat y fue impulsado por el presidente Nestor Kirchner, que ordenó la creación de ArSat, la compañía nacional sateital de Argentina.
Su lanzamiento y puesta en órbita permite que Argentina no pierda la posición orbital 81, codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas, y con el Reino Unido en espera en la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
El área de cobertura abarcará la Argentina, Chile, el Sur de Brasil, Paraguay y Uruguay. El aparato tiene 24 transpondedores de la banda Ku.
Si todo sale bien, el satélite estará operativo dentro de unas semanas. Los principales beneficiados serán los sitios aislados del país en donde es difícil llegar con sistemas de comunicación.
Momentos clave:
- Despegue. Si bien el Ariane 5 es un cohete confiable, el despegue es un momento crítico, debido a la cantidad de combustible almacenado y a las vibraciones y fuerzas a la que será sometido el satélite.
- Desacople. El momento en que el cohete libera al satélite también es clave, ya que debe realizarse de manera precisa para evitar un gasto de combustible extra durante las maniobras posteriores.
- Primera comunicación. El encendido y primera comunicación con el satélite también será crucial. Con el Arsat-1 ya en el espacio, no hay formas de realizar tareas de reparación. Luego habrá que esperar que todos los sistemas respondan en forma correcta.
Fuentes: La Nación, La Voz, Télam.
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