El fabricante de terminales satelitales AddValue y el operador satelital Inmarsat han anunciado que ofrecerán un servicio de datos dirigido al creciente mercado de satélites pequeños de órbita baja, a través de la constelación I4 en banda L.
Tradicionalmente, los satélites de órbita baja solo son accesibles vía radio cuando están al alcance de una estación terrestre. A menudo dichas estaciones terrestres requieren antenas motorizadas capaces de seguir al satélite en su trayecto por el cielo. Esto presenta un alto costo de hardware y complejidad de operación. Además, debido a la baja altura de estos casos, dicho acceso vía radio es durante lapsos cortos, haciendo necesario usar muchas estaciones terrestres si se necesita una conexión continua, lo cual eleva todavía más el costo.
IDRS: Internet en el espacio
El nuevo servicio utiliza un terminal desarrollado por AddValue para operar en el espacio, no muy diferente a los terminales BGAN que ya conocemos pero adaptado a las condiciones espaciales. l terminal permite comunicar satélites en órbita baja (o LEO por "Low Earth Orbit") con los satélites en órbita geosíncrona (GEO) de Inmarsat. Los 4 satélites GEO de Inmarsat permiten de esta manera a operadores de satélites pequeños incrementar su eficiencia operacional.
Cabe señalar que no se trata de un servicio que llamaríamos de banda ancha. Las altas velocidades relativas de los satélites y las características de las antenas utilizadas limitan el ancho de banda a una comunicación más de estilo M2M / IoT. Por lo tanto IDRS no se usaría para enviar imágenes de alta resolución o como backhaul de comunicaciones, su valor está en poder enviar comandos y recibir telemetría de manera casi constante, versus el modus operandi normal con satélites de órbita baja, donde el operador a veces debe esperar horas entre el envío de un comando y la recepción de una respuesta.
Exitoso año de pruebas
El terminal de órbita baja de AddValue se lanzó por primera vez al espacio hace más de un año, como parte de un cubesat (satélite pequeño) de la Nanyang Technological University (NTU) de Singapur, de tan solo 13kg. Para facilitar la comunicación, que debe compensar efectos Doppler debido a las altas velocidades relativas de los satélites de órbita baja, AddValue contó con la ayuda de la empresa danesa Gatehouse, que programó las modificaciones necesarias al software del terminal BGAN para adaptar su funcionamiento a estas condiciones especiales. Durante más de un año el satélite Velox-II de la NTU ha estado en constante comunicación a través de su terminal BGAN IDRS, algo que nunca antes se había logrado con un satélite pequeño.
Si bien el servicio está dirigido al mercado creciente de Cubesats, para los cuales puede presentar un ahorro significativo en desarrollo, construcción y operación, el terminal IDRS permite potencial a cualquier satélite de órbita baja usar la red de Inmarsat para comunicarse. Esto podría significar que satélites futuros incluso de gran tamaño podrían contar con Inmarsat como un canal de comunicación de respaldo.
En un memorandum de entendimiento del 2 de febrero, Inmarsat y AddValue anuncian la intención de comercializar este servicio, donde AddValue contará con la exclusividad como mayorista para la venta de tiempo-aire en esta modalidad, llamada IDRS.
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