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  • Globalstar: ¿podrá cumplir su promesa de telefonía satelital masiva?

    Esto parece ser lo que pretende Globalstar, con la puesta en órbita de satélites de segunda generación para revivir su red, que lleva años operando de manera parcial.

    Con 18 de 24 satélites ya en órbita, faltarían meses para que la empresa –que por primera vez en 4 años anunció utilidades esta semana– pueda comenzar a entregar servicio de telefonía móvil satelital otra vez.

    La visión de Jay Monroe, CEO de Globalstar, es contratar con millones de usuarios, ofreciendo calidad de audio y modalidades de tarificación similares a telefonía móvil tradicional. La idea: que un usuario que viaja mucho a zonas donde no hay cobertura celular pueda contar con un teléfono satelital como complemento a su móvil tradicional.

    El móvil satelital GSP-1700 tiene un precio de lista en EEUU de US$500, con activación de US$50 y planes desde US$40 por mes con llamadas ilimitadas. Parece una apuesta interesante, sin embargo no es el primer intento, y hasta ahora cada vez que alguien ha intentado masificar la telefonía satelital ha fracasado, incluso la misma Globalstar. Los precios mencionados podrían estar disponibles solamente como oferta de lanzamiento.

    No todo lo que brilla es Iridium

    La constelación satelital Globalstar tiene una desventaja de base: las llamadas no pasan de satélite en satélite, por lo tanto se requiere un gran número de estaciones terrestres y acuerdos con operadores locales para funcionar. Pensar que dichos operadores le van a facilitar la vida a alguien que permitirá a sus clientes no tener que pagar por roaming es –al menos– ambiciosa.

    El resultado de dicha arquitectura de red es que no se trata de teléfonos satelitales realmente globales: si tienes un teléfono Globalstar comprado en América del Norte y lo llevas a América del Sur podría no funcionar, o podrías tener que pagar elevados costos de roaming, sobre los US$3.00 por minuto, mientras que si es modalidad prepago posiblemente ni tenga servicio, y tampoco podrás llamar si no hay estaciones terrenas cercanas. Por ejemplo en el sur de África no hay cobertura, y actualmente el sitio web de Globalstar indica claramente que no hay roaming disponible en los siguientes países: Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Peru y Ecuador. Si comparamos todo esto con la cobertura de Inmarsat e Iridium la diferencia es abismante.

    La arquitectura terrestre-dependiente no sólo dificulta cobertura global, implica además que en caso de un desastre natural que afecta infraestructura local, el servicio se puede ver afectado, a diferencia de Inmarsat e Iridium.

    Adicionalmente, los satélites de Globalstar lanzados entre 1999 y 2001 han sufrido por años un problema en los transceptores de banda S, dificultando la comunicación. Como resultado, es poco práctico usar su red para realizar llamadas o conectar con Internet, y la única aplicación que actualmente funciona bien es el mensajero Spot, un dispositivo portátil que permite enviar coordenadas GPS en caso de emergencia, a menudo utilizado por excursionistas.

    Los datos como oportunidad

    Globalstar no tiene fácil convencer de la conveniencia de su servicio, pero tiene a su favor una ventana de aquí al 2017, que es cuando Iridium espera tener implementada su nueva constelación Next, porque durante ese tiempo el servicio móvil de datos de 9.5 Kbps de Globalstar podría tener una ventaja sobre los actuales 2.4 Kbps por canal de Iridium.

    Está por verse qué resultará de la nueva apuesta de Globalstar, y nosotros estaremos aquí para dar cuenta e su éxito o fracaso.

    Nota: no existe ninguna relación entre Globalstar, la compañía móvil satelital y Globalsat Group, compañía patrocinadora de este blog.