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  • La diferencia principal entre Internet DTH y un servicio satelital con el que puedes contar

    Para cualquier persona interesada en comunicación satelital en América Latina, no ha pasado desapercibido el comienzo de ofrecimientos en banda Ka para usuarios hogar. Pero no debemos confundir este servicio con aquel provisto para aplicaciones de misión crítica, sencillamente porque no lo es.

    Comprender la diferencia tiene cierta complejidad técnica, pero en términos prácticos está al alcance de cualquier usuario de banda ancha en hogares hoy que use Netflix. ¿Qué ocurre al final de la tarde, especialmente los viernes, y más temprano durante fines de semana y festivos? Ocurre que todos los usuarios intentan usar todo el ancho de banda a la vez, y no siempre alcanza.

    Palabra clave: sobreventa

    Lo primero que hay que tener claro: no existen servicios de Internet sin sobreventa. La gracia de la Internet y la razón principal de su acelerado desarrollo es que gracias a basarse en conmutación de paquetes y no conmutación de circuitos el uso da  canales de comunicación se vuelve mucho más eficiente.

    Tomemos como ejemplo una comunicación telefónica tradicional: si A llama a B se activa un circuito entre A y B que asegura la comunicación. Mientras A habla y B escucha, y mientras B habla y A escucha, o incluso mientras los dos guardan silencio entre las palabras, ese canal ocupa los mismos recursos: el circuito está abierto hasta que la llamada se termina y recién allí se libera para otros usuarios.

    Sigamos usando el ejemplo: si llevamos esa misma conversación entre A y B a una plataforma de conmutación de paquetes, en vez de establecerse y usarse un canal asegurado de manera contínua, la conversación es separada en sus elementos fundamentales (algo así como las palabras) y estas son enviadas por separado.

    Cada palabra puede seguir una ruta diferente, e incluso si por algún razón una palabra no llega, es posible retransmitirla sin tener que abrir un nuevo circuito e incremementar tanto el costo.

    Las ventajas principales de la conmutación de paquetes son 2:
    1. el circuito que se usa para la comunicación puede ir cambiando dinámicamente de manera óptima, por ejemplo si un circuito falló o se desocupó uno de menor costo, y
    2. el circuito queda desocupado y no se pierde transportando todo ese silencio que formaba parte inútil de la comunicación en el modelo de conmutación de circuitos.
    Por esto una conversación vía Skype, Hangouts o Facetime sale muchísimo más barato que una llamada internacional ISDN.

    La sobreventa alta como modelo de negocios:

    En la Internet, la mayoría de las aplicaciones se adaptan perfectamente a un modelo de paquetes conmutados. Podemos usar como ejemplo la visualización de esta página: una vez que se ha hecho click para leer el presente artículo y se han descargado hasta el terminal este texto y las imágenes, no se necesita ocupar recursos de comunicación mientras se lee y esa capacidad queda desocupada para otros usos.

    Bajo el modelo Internet la sobreventa es algo natural: si el proveedor que usamos para tener Internet en casa nos entrega 8Mbps de bajada, no necesitamos usar esos 8Mbps todo el tiempo, consecuentemente esos 8Mbps se pueden compartir con el vecino del al lado y con el vecino de al frente sin problemas.

    La sobreventa en comunicación terrestre es gestionable con relativa facilidad, y si una manzana complete tiene 100 hogares y la compañía vendió 8Mbps a cada uno, no necesitará 800Mbps para atanderlos, podría bastar con 400Mbps en total. Similarmente, si la ciudad tiene mil manzanas, no se necesitan 400Gbps, bastarán quizás con unos 20Gbps, y así.

    Los problemas comienzan cuando un viernes en la tarde cien mil usuarios van todos a la vez a ver Netflix. Las demoras, el buffering, la baja de calidad o simplemente no poder ver video son problemas que se producen porque 20Gbps/100k usuarios = menos de 200Kbps por usuario.

    Lo más importante: la tasa de sobreventa no siempre es igual. Un proveedor tradicional de 3G o 4G usará una tasa de sobreventa muy superior a una empresa de telecomunicaciones que presta servicio para una operación de cirugía remota. Naturalmente, mientras más sobreventa menor es el costo; consecuentemente, mientras más calidad mayor es el precio, entonces la 3G saldrá mucho más barata que la fibra óptica que contrata el hospital.

    El proveedor escoge con qué tasa de sobreventa construye su modelo de negocios, y es una decisión sumamente estratégica, porque de eso depende su estructura de costos y por lo tanto su retorno sobre la inversión. Por eso, la tasa de sobreventa es el secreto mejor guardado de los proveedores de acceso Internet.

    La imágen muestra el tráfico de un mes de un proveedor de Internet que sobrepasa a diario su ancho de banda máximo, el resultado son latencias mayores, paquetes perdidos y por lo tanto comunicaciones fallidas.

    Un problema técnico y de marketing:

    En el caso de los proveedores de cable, fibra y telecomunicaciones móviles, es posible mitigar el problema de la sobreventa interponiendo dispositivos que guardan copias del contenido en el camino, para así facilitar su entrega y no congestionar toda la red. Es lo que hacen empresas como Akamai e incluso Netflix y Google, se llama caching, pero en comunicación satelital esa posibilidad prácticamente no existe, no hay donde alojar servidores intermedios cerca de la orilla, porque a la orilla solo están los usuarios. En resumen, el caching en red no sirve en este caso.

    Hay que tener claro que es tan factible sobrevender un servicio en banda L como en banda Ka como en banda Ku, ya sea que esté basado en VSAT o satélites de baja orbita o media órbita. De hecho hay servicio con ancho de banda asegurado en banda Ka también; la clave es entender que ese no es el caso con DTH, porque asegurar el ancho de banda saldría demasiado caro.

    La Internet DTH, en una de sus primeras apariciones en América Latina, tiene modalidades de servicio para el usuario final que varían entre 2 y 6Mbps de descarga. Eso suena bien como tope máximo. En principio sería factible usar el servicio para ver Netflix. El problema es que el ancho de banda satelital es un recurso tan escaso, que todo el haz de ese primer servicio comparte poco ancho de banda para ser barato. Si son menos de 500Mbps, esto implica que hasta llegar a unos 90 usuarios el servicio presentará un rendimiento excelente. Habrá máximo unos 180 usuarios de Netflix que verán Game of Thrones en HD a la vez, pero cuando haya 300 simultáneos la calidad tendrá que bajar a SD, y así.

    La calidad como modelo:

    Comparemos esto con las redes de proveedores como Inmarsat, cuyas tasas de sobreventa son mucho menores. Incluso en modalidad no-garantizadas, cuando BGAN dice 400Kbps, las pruebas muestran que suelen haber 400Kbps reales y no 40Kbps, porque no estamos compitiendo con miles de usuarios por el uso del canal. Esto implica que Inmarsat debe disponer del ancho de banda suficiente (y de espectro suficiente, satélites suficientes, estaciones terrenas suficientes, etc.) para mantener ese nivel de servicio, y para que ello sea sustentable debe cobrar un precio relativamente alto.

    La situación es similar con otros servicios satelitales para misión crítica: cada satélite Iridium puede gestionar un poco más de mil llamadas a la vez y por esto el servcio de Iridium tiene un precio alto comparado con una red celular de telefónía móvil, donde es mucho más fácil poner más estaciones base que subir nuevos satélites.

    En resúmen: el usario obtiene lo que paga. La oferta de DTH puede ser muy tentadora, pero todavía no sabemos cómo se va a comportar cuando tengas miles de usuarios, y especialmente durante una emergencia. Pero no es difícil predecir: los servicios masivos están optimizados para un bajo costo, no para asegurar una alta calidad.

    Por eso los servicios en banda L o banda Ku con SLA (Service Level Agreement) presentan una mejor opción cuando un negocio o una vida dependen de que la comunicación ocurra oportunamente.